Como terapeuta Gestalt, trabajo acompañando a la persona hacia su responsabilidad, ayudándola a ser consciente de ella, y desde ahí conectándola con su poder personal para cambiar lo que necesite. Además, y por encima de todo, trabajo acompañando a la persona hacia el amor, ya que es el amor lo que verdaderamente sana. El amor hacia sí misma, con todo lo que esto significa, y desde ahí, el amor hacia todo lo demás, con todos los cambios que desde ahí se producen.

Me pongo al servicio, desde mi corazón, mi intuición, y todas las herramientas y técnicas terapéuticas adquiridas a lo largo de todos estos años, para dar lo mejor de mí en cada sesión, porque creo en lo que hago y en que es desde aquí, trabajando en el cambio de conciencia del ser humano, desde donde realmente se pueden cambiar las cosas.

Si nuestra vida la estamos creando cada uno de nosotros a cada instante, en cada decisión que tomamos desde nuestro interior…entonces, será necesario trabajar en ese interior para que esa vida sea lo mejor posible, no?

Todos los seres humanos estamos formados por cuatro cuerpos: un cuerpo mental (intelectual), un cuerpo emocional, un cuerpo físico y un cuerpo espiritual. Para que el trabajo terapéutico sea completo, es necesario trabajar con la persona en estos cuatro niveles, ya que los cuatro están conectados e interactuando entre sí. De esta forma trabajo en las sesiones, aplico las diferentes técnicas y herramientas en cada una de estas partes en función de lo que estemos trabajando en cada momento.